viernes, 25 de marzo de 2011

PARALELISMOS

Hace diecisiete años fue objeto de un maleficio.
Un monstruo devoró mi libertad con ansiedad y lujuria.
Desde entonces me acompaña una dualidad que me entorpece a cada paso,
que me grita mis imperfecciones,
que me empuja a un abismo negro, informe, sin fondo...
La sima de la perfección donde cada uno de los que tomamos este camino encontramos el final.
El sacrificio de nuestras propias vidas.

Sólo subyugados bajo la daga encontramos el instante de la efímera perfección.
Sólo entonces podremos decir, al fin,
LO SENTÍ. FUE PERFECTO. ME SENTÍ PERFECTA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario